Escribiré
Escribiré envuelta por el humo del incienso
desde esta nada que me abarca
donde el mundo se revuelca a gritos
en este abismo de silencios.
Escribiré desde el planeta de los sueños
a solas en una madrugada que no es mía
con fantasmas de océanos y miradas partidas
sin hombres de bruma que no saben quienes son.
Escribiré con los ojos abiertos
y con la desconfianza prendida en cada dedo
con el odio clavado en cada víscera
con la sed desesperada en los puños cerrados.
Escribiré desde el desencanto del tiempo perdido
con la locura de los cuerdos aniquilados
adheridos a la tierra por un hilo bondadoso
de los sepultados de una vida anterior.
Escribiré desde la maldición de los días
con mi mano abrazada a la palabra
a esta diosa fiel que me sostiene
en el nítido pozo de la incredulidad.
12/04/05
desde esta nada que me abarca
donde el mundo se revuelca a gritos
en este abismo de silencios.
Escribiré desde el planeta de los sueños
a solas en una madrugada que no es mía
con fantasmas de océanos y miradas partidas
sin hombres de bruma que no saben quienes son.
Escribiré con los ojos abiertos
y con la desconfianza prendida en cada dedo
con el odio clavado en cada víscera
con la sed desesperada en los puños cerrados.
Escribiré desde el desencanto del tiempo perdido
con la locura de los cuerdos aniquilados
adheridos a la tierra por un hilo bondadoso
de los sepultados de una vida anterior.
Escribiré desde la maldición de los días
con mi mano abrazada a la palabra
a esta diosa fiel que me sostiene
en el nítido pozo de la incredulidad.
12/04/05
Etiquetas: Poemas
2 Susurros:
Una apasionada defensa de la escritura en cualquier momento, desde cualquier situación, desde la desesperanza. ¿La escritura como tabla de salvación?. Me gusta la pasión que pones en este poema. Iré leyendo los demás. Saludos cordiales.
Gracias, Isabel, por tu lectura y tus palabras. Sí, exactamente, pretendía ser una defensa de la escritura. La palabra tiene que estar presente (en mi humilde opinión) tanto en la desesperanza como en la felicidad. Saludos. Nos seguimos leyendo.
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