La tediosa lluvia al otro lado de los cristales
Llueve, llueve y llueve...
Hace más de veinticuatro horas que llueve sin prisa y sin pausa y todo indica que piensa continuar.
El llanto del cielo parece que ha decidido suicidarse estrellándose contra la tierra.
Los estremecedores relámpagos le cantan el himno de despedida, en su hora final, a cada una de las gruesas gotas que perece.
Hace pensar y penar. Y nosotros, aquí abajo presos de la melancolía e impotentes, sin saber quehacer para salvar a la lluvia de su caída letal.
Al otro lado de los cristales, el verano está tiritando de frío y se ha vuelto gris. Detrás de los cristales, la sequedad del vacío es, aún, más infame.
Si se mira abajo, la calle se ve regada por arroyuelos de muerte.
En el viento sólo aúllan los lobos.
31/01/2005
Hace más de veinticuatro horas que llueve sin prisa y sin pausa y todo indica que piensa continuar.
El llanto del cielo parece que ha decidido suicidarse estrellándose contra la tierra.
Los estremecedores relámpagos le cantan el himno de despedida, en su hora final, a cada una de las gruesas gotas que perece.
Hace pensar y penar. Y nosotros, aquí abajo presos de la melancolía e impotentes, sin saber quehacer para salvar a la lluvia de su caída letal.
Al otro lado de los cristales, el verano está tiritando de frío y se ha vuelto gris. Detrás de los cristales, la sequedad del vacío es, aún, más infame.
Si se mira abajo, la calle se ve regada por arroyuelos de muerte.
En el viento sólo aúllan los lobos.
31/01/2005
Etiquetas: Relatos
3 Susurros:
bonito relato
al menos unos dias ... salio el sol en baires
Muy bueno me encanto...
Saludos desde
http://desdoblamientointelectual.blogia.com/
suerte!!!!
que lindo lo que escribiste y sí acá igual llovió mucho. pero la verdad es que la lluvia me agrada
http://konstscorner.blogspot.com/
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